La locura. Descartes, Foucault, Derrida. Pascal.

Ignacio Escañuela Romana.

Esto es un diálogo entre mi interpretación y los textos de Foucault (Prólogo a la Historia de la Locura) y Derrida (Cogito e historia de la locura).

Pascal: «los hombres están tan necesariamente locos que sería estar loco, por otro giro de la locura, no estar loco». ¿Qué nos quiere decir Pascal?. Si todos los hombres estamos locos, entonces el cuero es considerado loco. Pero, ¿Qué es locura?. Si me voy al diccionario de Ferrater Mora: desde el principio, los filósofos consideraron a la locura desde dos acepciones distintas. Una, es similar al entusiasmo: Platón nos habla de la locura como posesión por es entusiasmo, período en el cual el sujeto creador es más original. Surgiría la poesía, la filosofía, … Esta idea se repite a lo largo de la historia de la filosofía. Dos, la locura como enfermedad física y/o mental.

Para Foucault la locura sería (Diccionario) un problema epistemológico: la locura es una forma de razón, pero es separada de la racionalidad por una determinada concepción de qué sea conocimiento. El loco es separado social y axiológicamente del resto de las personas, para así reafirmar una línea de razón que relega a todo aquel que no esté de acuerdo. Al loco se le deja la libertad de serlo, no es sometido a coerción para cambiar su discurso, pero esa libertad es un encierro pues se le está excluyendo. 

Es decir, Foucault nos dice que el hombre moderno o cuerdo no se comunica con el loco, ni al contrario. dejan de tener un lenguaje en común: dejan de compartir ningún principio de verdad que les permitiese comunicarse en un terreno común. La locura sería experimentada en la Edad Media como algo humano, una experiencia más; frente a la ápoca moderna que confina a esa locura fuera de la sociedad y del conjunto cultural e histórico. 

Problema de exponer la idea de Foucault. Que, como señala Derrida, se rechaza la razón clásica o «policíaca». Se trata de que la locura haga la historia de sí misma. Pero estoy escribiendo, ahora mismo, con la razón clásica o cartesiana y me planteo que las cuestiones son verdaderas o falsas y trato de fundarlas para el lector. Entonces Derrida nos habla de comprender el signo como tal, en sí mismo, del sentido «patente» Pero, ¿Qué es comprender un signo?. Es decir, como Derrida señala: Foucault intenta «juzgar» a la razón occidental desde la locura, desde los desplazados y apartados como locos. Pero: «la instrucción y el veredicto reiteran sin cesar el crimen». En esta forma de pensar llegamos a una arqueología del silencio: no podemos expresar nada con esas razón, nos preocupamos por un origen del que no podemos hablar de forma objetiva, o con las nociones de base y verdadero y falso.

¿Entonces?. ¿Nos quedan dos posibilidades: el silencio (ir con el loco a su exilio) o el uso reiterado del método cartesiano, más o menos modificado?. Esa racionalidad es tan dominante que sólo con ella se puede protestar abiertamente contra ella. La rebelión contra la razón conserva, pues, los elementos de ésta. Intentar partir de un logos primordial, presente en los griegos antes de Sócrates, y que se partiría después hacia esa racionalidad de la diferencia: ¿no es hacer ya esa razón diferenciadora y alienante?. 

¿Es, como sugiere el mismo Foucault, la decisión de constituir una razón excluyente el origen necesario de la historia?. Sería una condición ineludible, de lo que partimos necesariamente.

Finalmente, en el análisis del texto de Descartes que se plantea: queda claro que para Descartes la certeza no es aplicable a las percepciones sensibles porque podría engañarme. Podría estar dormido, nos dice como hipótesis cercana a a locura pero no descartable. Me podría estar engañando una especie de genio maligno. Todo lo cual hace que estar aquí y ahora en el mundo, fuera de mí, sea dudoso. También podrían serlo los cálculos matemáticos: ese genio podría hacer que me engañe y lo que veo cierto no lo sea. 3+2=5 se convierte en dudoso, según Descartes. ¿A la manera de un loco?. En en fondo, creo, Descartes nos dice: ¿y por qué no?. En un mundo donde todos fuésemos esquizofrénicos, el que no lo fuese sería considerado loco (cita de Pascal). No deja de ser curioso que se tome a Descartes como autor que excluye a la locura cuando en su duda metódica, nos nace precisamente la inquietud por nuestra cordura, y no puede eludirse hasta la hipótesis de un Dios que nos asegure el mundo exterior. Estoy de acuerdo con Derrida, el cogito cartesiano no excluye a la locura, pues esa certeza de que existo no impone una salida de la locura. La modernidad no nos asegura que no estemos en un sueño, simplemente estudia las condiciones de verdad a que nos enfrentamos, sea sueño o no lo sea, estemos locos o no.

Publicado por

Ignacio Escañuela Romana

Un poco de todo, escritor, filósofo y economista. Porque, en el fondo, son la misma cosa.

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