Mito, Ulises

Ignacio Escañuela Romana

¿Cómo se han utilizado los mitos en la filosofía?. Tomo la historia de Ulises y las sirenas. Por ejemplo:

https://www.rtve.es/play/videos/mitos-y-leyendas/ulises-odiseo/1557722/

Homero nos cuenta: «Entonces mi corazón deseo escucharlas y ordené a mis compañeros que me soltaran haciéndoles señas con mis cejas , pero ellos se echaron hacia delante y remaban, y luego se levantaron Perimedes y Euríloco y me ataron con más cuerdas, apretándome todavía más». Todos los compañeros tienen los oídos tapados con cera.

Homero no nos revela el contenido, ni la forma, del canto. Él mismo no parece conocerlo. Tal vez, sería tan seductor que nos impulsaría a la perdición.

Adorno y Horkheimer utilizan en su Dialéctica de la Ilustración este mito. Lo expongo a continuación.

Su Canto, de las sirenas, contiene «la promesa irresistible del placer», que amenaza a ese yo que controla el uso del tiempo. Quien sigue el Canto, se pierde: abandona ese yo que controla nuestra vida, dominando nuestro presente, planteándolo en función del futuro que queremos y el pasado vivido. Que controla el tiempo y lo que hacemos con él. «The way of civilization has been that of obedience and work» (p. 26, Dialéctica de la Ilustración).

Avancemos en la comparación, los trabajadores en la sociedad estarían en la situación de los marineros que se tapan los oídos: «Workers must look ahead with alert concentration and ignore anything which lies to one side» (p. 26). Ulises es el propietario, quien se permite escuchar la atracción del placer o arte, fuera del cálculo del tiempo: «the bourgeois denied themselves happiness the closer it drew to them with the increase in their own power» (p. 27).

Los marineros no se destapan los oídeos y obedecen al propietario al no desatarlo: «they reproduce the life of the opressor as a part of their own» (p.27). Es lo que Marx llamó alienación: en el proceso productivo, cuando los individuos apoyan una situación que objetivamente va contra sus intereses reales.

En definitiva, Odiseo o el propietario no se abandona a sí mismo y su objeto es el control del trabajo, el poder. Los marineros a su mando, aunue más cercanos a la realidad, no pueden disfrutar de su trabajo porque lo realizan bajo obligación o poder ajeno (p.27)

Con el progreso técnico, dicen estos autores, la humanidad se encuentra en situaciones de dominación en las que los instintos no son libres, sino sujetos a represión. La máquina se convierte en la máquina de control.

Entonces, imagino ser Ulises. El canto del placer completo me cautiva, mas, atado, sin que mis compañeros me echen cuenta, no puedo acudir. Pasa la miel por delante de mis labios y no puedo degustarla. Prosigue el viaje e, irremediablemente, nunca volveré a ser el mismo.

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Ignacio Escañuela Romana

Un poco de todo, escritor, filósofo y economista. Porque, en el fondo, son la misma cosa.

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